Abstract
Habiendo ingresado hace ya muchos años al quehacer de la investigación y, posteriormente, a la docencia universitaria, nos hemos visto felizmente acompañados por la permanente preocupación de compartir nuestra experiencia vivida en la práctica y el deseo de incentivar el espíritu y las habilidades propias del investigador científico entre los estudiantes universitarios que se forman como futuros profesionales y líderes de la nación. A la educación de este contingente social, que seleccionadamente accede al alto nivel universitario, le corresponde, sin duda, comprometerse con la investigación científica que es un pilar decisivo del desarrollo. No se pretende que todos los estudiantes universitarios se conviertan en investigadores científicos, antes es preciso que adquieran las necesarias competencias para ordenar el pensamiento y construir nuevos conocimientos. Por principio, es necesario contribuir a que la universidad cumpla efectivamente la misión de enseñar, investigar y realizar extensión hacia la comunidad. ¿Cómo hacer para que la cantera de los futuros investigadores se de efectivamente en la práctica? Uno de los caminos privilegiados es el de la “práctica obligatoria”, esto es el ejercicio personal de la investigación para cumplir con el requerimiento de la tesis de grado, como paso indispensable para la profesionalización en una determinada área del conocimiento. Los graduandos que asumen la tesis con la responsabilidad que ella requiere, siguen haciendo importantes contribuciones al conocimiento de la realidad nacional y su transformación. A todos los que se inclinan por seguir este camino está dirigido el material organizado en este libro que espera contribuir con orientaciones metodológicas coherentes y ciertamente perfectibles. Lucas Lavado, en su reciente obra sobre materiales para incentivar la investigación, manifiesta que los manuales o guías para la ejecución de la investigación no son lo más conveniente, que lo deseable es que los estudiantes se capaciten a partir de la lectura y la comprensión de la realidad para llegar a la necesidad de investigar. Consideramos que ésta no es una idea que se deba desechar, pero somos claros en señalar que nos propone el camino más largo, y que seguirlo requeriría de una implementación hasta ahora inexistente, que debiera ir desde la formación de la educación inicial hasta los más altos niveles de formación académica, tal como teóricamente se consignó en un proyecto de desarrollo educativo planteado en las ultimas décadas. Nuestra visión del problema difiere del planteamiento del profesor Lavado. Los denominados manuales, constituyen recursos de aplicación especialmente adecuados a las condiciones de una sociedad con altas deficiencias en el hábito de lectura. Es evidente que un manual será tanto más útil cuanto más se acerque a solucionar los apremios metodológicos del investigador que no cuenta aún con la experiencia necesaria, considerando desde luego la necesidad de afirmar sus referentes con lecturas pertinentes, sobre todo en los aspectos de compresión teórica que un manual no suele decantar a cabalidad. Ciertas disciplinas, entre ellas el Derecho, han tenido poca predilección por perfeccionar la investigación científica en el medio académico que conduce a la profesionalización. Ello obedece probablemente a una tendencia tradicional que considera estos campos como excluyentes por su carácter eminentemente normativo, lo que supuestamente los releva de someterse a procedimientos demostrativos empíricos. Otros no dejan de considerar que el Derecho cuenta con una metodología propia, sustentada por diversas corrientes ius filosóficas que parten como toda explicación de la discrecionalidad que la ley se confía al jurista y al juez. Por el contrario, diversas corrientes, sostienen que la el Derecho, como parte del las Ciencias Sociales, debe someterse a la metodología de la investigación científica y a la demostración empírica, aunque evidentemente existen aspectos que requieren tratamientos mucho más sofisticados que surgen sobre todo en el campo de la estadística, en particular de la estocástica para los aspectos netamente cualitativos. En efecto, el uso de los medios matemáticos y estadísticos es una de las dificultades que confronta en nuestro medio la investigación en el Derecho. Como se sabe, la Estadística es una disciplina que en la actualidad concurre eficazmente al trabajo interdisciplinario, particularmente en campos que requieren de predicciones vinculadas a al análisis cualitativo y a la aplicación de modelos de simulación. Con la experiencia de campo acumulada en el trayecto de la vida profesional y la certidumbre necesaria sobre las dificultades que existen en el campo de la investigación científica del Derecho, se ha seguido en este libro el esquema “normal”, que se maneja en la investigación social. El volumen consta de cuatro partes: Aspectos epistemológicos y gnoseológicos de base; El planeamiento, diseño y acciones operativas en la investigación científica; Metodología de la investigación científica; y, Redacción del plan y del informe de investigación. En los dos capítulos de la primera parte se aborda el marco general vinculado con los aspectos, epistemológicos y ontológicos. En la segunda parte se ingresa al tratamiento de las etapas iniciales del proceso investigativo, mostrando los beneficios del planeamiento estratégico en el proceso de investigación. La tercera parte se ocupa con detenimiento de los aspectos centrales, específicamente referidos a la metodología de la investigación científica, empezando por los aspectos de identificación del problema y su planteamiento, los antecedentes y objetivos, marcos de explicación e interpretación usuales, diseños de investigación, hipótesis y variables, métodos, técnicas e instrumentos de investigación, población y muestra, y el procesamiento de la información. La cuarta y última parte entra al examen de las cuestiones relativas a la formulación y presentación primero del plan de investigación y luego de la tesis o informe final propiamente dicho de la investigación. Como toda obra humana, la presente aproximación a la investigación científica es perfectible. Nos sentiremos recompensados en la medida en que el esfuerzo puesto en el empeño cumpla con facilitar el trabajo de investigación entre los estudiantes de Derecho, y logre incentivar su interés por superar permanentemente todas las formas tradicionales y obsoletas se han enraizado en la práctica social y que no permiten la adecuación del Derecho a las exigencias de una sociedad en continua y ahora acelerada transformación. El Dr. Héctor Cornejo Chávez llamó la atención sobre la falta de interés por la innovación y el desarrollo de la investigación científica en este campo tan importante de la vida de las sociedades, sobre todo de las que tiene composiciones tan complejas como las nuestras. Este llamado merece ser escuchado. Nuestros países han de verse beneficiado si conseguimos ampliar la base de investigadores en todos los campos del conocimiento, especialmente en el Derecho, pues la sociedad podrá contar con agentes activos que promuevan el cambio esperado para el bienestar social.
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