Abstract
Durante la década de 1930, Argentina se encuentra atravesada por un proceso de crisis estructural ocasionada por el caída neoyorquina de 1929 y la ruptura del orden institucional en septiembre de 1930. De este modo, los sucesivos gobiernos deben reorientar sus acciones e intervenir a partir de políticas públicas, para alcanzar una estabilidad económica, social y política. En la Provincia de Buenos Aires —eje político y agropecuario del país— el gobernador Manuel Fresco considera además que la crisis es “un problema rural”. Durante su gobierno destina recursos significativos al aumento del cuerpo burocrático orientado al agro pampeano y las instituciones dependientes del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires. El objetivo inmediato de esta expansión institucional es mediar y refundar la relación Estado-sociedad, afianzando el intervencionismo en el agro mientras, desde la Dirección de Agricultura, Ganadería e Industrias, las políticas orientadas a las actividades agropecuarias bonaerenses son elaboradas por profesionales a partir de la producción de saberes especializados.
Publisher
University of Santiago of Chile