Abstract
El uso del suelo, las labranzas y las secuencias estivales, afectan la distribución y el contenido de carbono orgánico (CO), nitrógeno total (NT) y sus fracciones con diferente grado de labilidad. En la Chacra Experimental Integrada Barrow (INTA), se condujo un ensayo de larga duración, donde se evaluaron tres secuencias de cultivos, alternando leguminosas, oleaginosas y gramíneas, fertilización nitrogenada y labranza convencional. Los objetivos fueron: 1) determinar el efecto de las rotaciones y la fertilización sobre las fracciones orgánicas de C y N, 2) evaluar los cambios en el contenido de las fracciones con distinto grado de recalcitrancia (carbono orgánico mineral, COM y carbono orgánico recalcitrante, COR) e Índice de Recalcitrancia de C y N 3) evaluar la labilidad del C a través de las relaciones entre algunas fracciones de C y 4) estudiar el N potencialmente mineralizable, Nan, para conocer la capacidad de aportar N. La hidrólisis ácida separó las fracciones lábiles y recalcitrantes y se calculó el IR. Los cultivos aportaron diferentes cantidades de residuos ocasionando que cada sistema se comporte diferente aún con niveles semejantes de CO. Las secuencias con gramíneas y leguminosas, presentaron mayores concentraciones COT y de carbono orgánico particulado grueso, COPg, con 18% de labilidad. La secuencia con soja, cuyos residuos presentaron menor relación C:N, podría tener mayor susceptibilidad a la degradación química. El N potencialmente mineralizable no se asoció a las fracciones de C y fue más abundante en la secuencia con soja. Las oleaginosas resultan ser mejores antecesores que las gramíneas de verano en el rendimiento del trigo.
Publisher
Universidad Nacional de Rosario