Abstract
El estudio del desarrollo psicológico de las personas nos puede proporcionar una idea comprehensiva de su comportamiento, porque nos permite ver el origen, la formación y la transformación tanto de su estructura psicológica como de su funcionamiento. Igualmente nos ofrece explicaciones de por qué suceden tales comportamientos y no otros en circunstancias determinadas y, también, nos da bases para fundamentar algunas previsiones sobre los mismos. Todo lo anterior no sería posible si nos limitáramos a la descripción y a la explicación de conductas discretas desatendiendo el proceso en el que adquieren cabal sentido. De una manera particular, cualquier tratado sobre psicología del adolescente o toda teoría sobre la adolescencia corren el mismo riesgo si se aíslan del contexto general del desarrollo, ya que este período de la vida no tiene razón de ser por sí mismo, sino en función de lo que le antecede y lo que le sigue. Puede entenderse lo que sucede durante la adolescencia gracias a las estructuras psicológicas que se han formado previamente (no sería comprensible la aparición de los intereses, por ejemplo, si no se contara ya con un esquema de reacción ante los elementos de atracción de los estímulos; lo mismo sucedería en relación con el pensamiento lógico formal, si no se contara ya con una estructura de pensamiento concreto). Y también puede entenderse lo que sucede durante esta etapa si se atiende a su orientación, que no es otra sino dirigirse hacia el comportamiento adulto (la conformación del mundo emocional afectivo tiene sentido en función de las elecciones, las decisiones y los compromisos futuros, durante la adultez; igualmente el funcionamiento intelectual se afina y se transforma hacia una actividad reflexiva, analítica, cuyo pleno despliegue de potencialidad se encuentra precisamente en el desempeño adulto). En este sentido, es comprensible que durante la adolescencia se vivan grandes transformaciones no sólo a nivel biológico, sino sobre todo a nivel psicológico y con amplia resonancia en el terreno sociocultural. En este texto, cuya pretensión es que sirva de base para el curso de “Desarrollo psicológico durante la adolescencia” que se imparte en el cuarto semestre de la carrera de Psicología, se privilegia el estudio del desarrollo psicológico que se da durante las edades de 11-12 a 18-21 años. Lo que quiere decir que no nos ocupamos de los problemas que convencionalmente se suponen durante esta etapa; no porque no sean de interés social y de interés para el profesional de la psicología, sino porque la pretensión específica de esta obra es el desarrollo psicológico y, por otra parte, porque defendemos que es justamente el peculiar desarrollo que sucede durante esta etapa lo que la convierte en “adolescencia” en sentido psicológico. Centrarse en lo que se ha estereotipado como “problemas propios de la adolescencia” es ocuparse de hechos propios de épocas determinadas y de culturas particulares. Lo que convierte a la adolescencia sólo en un hecho sociológico, cultural e histórico. Por tanto, no universal ni generalizable. Incluso, lo que en un país o en una cultura es considerado “problema”, es muy probable que en otro país y en otra cultura o en otra época, no sea considerado como problema. En cambio, si atendemos la descripción y la explicación del origen, transformación y desarrollo del psiquismo, entonces estaríamos ocupándonos de una realidad que surge a partir de la interacción entre lo biológico y lo social, y que tiene la característica de irse haciendo paulatina y progresivamente (puesto que se trata de una realidad in fieri), que adquiere niveles superiores exclusivamente en los humanos y que, en el caso de la adolescencia, se dan formaciones y transformaciones psíquicas que no pudieron darse antes y que no se darán después. Todo lo anterior es lo que convierte a esta etapa, por ser propia de la especie humana, en etapa universal. El texto está organizado con base en la estructura del programa de la asignatura ya mencionada. Por tanto, consta de cuatro unidades y cada una, a su vez, de algunos capítulos en los que se analizan los contenidos programáticos correspondientes. Por razones metodológicas, se aborda el desarrollo psicológico considerando cuatro ámbitos: psicomotriz, afectivo, social e intelectual. Lo anterior no quiere decir que se comulgue con la idea de un ser humano atomizado y menos con apreciaciones parciales que justifiquen valoraciones sesgadas sobre la persona.
Publisher
Universidad Autónoma de Aguascalientes
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