Abstract
En este trabajo, se busca tender puentes entre la novela negra transicional y el neo-noir español mediante la comparación de sus críticas a los acontecimientos acaecidos en el año 1992. Tanto la novela negra de la Transición –que se hace eco del desencanto social posfranquista–, como el cine negro contemporáneo –en diálogo con los efectos de la crisis de 2008 y con la corrupción política– son vehículos pertinentes a la hora de cuestionar las visiones triunfalistas de un año ineludible para comprender los vínculos entre el pasado y el presente del país como fue 1992. Aplicados al contexto español, los conceptos de “urbanización capitalista” de David Harvey, en conjunción con los “deshechos humanos del progreso”, de Zygmunt Bauman, ofrecen un marco esencial para comprender la representación del cambio urbano en las obras objeto de análisis. Por un lado, en Sabotaje olímpico (Vázquez Montalbán 1993), el autor habla de lo que él denomina “ciudad pasteurizada”: la eliminación de todo agente patógeno que no encaje en el nuevo diseño urbano barcelonés. Por otro lado, en Grupo 7 (Rodríguez 2012), observamos de primera mano el mismo proceso de “pasteurización” desde el punto de vista de una corrupta y violenta brigada policial encargada de “limpiar” Sevilla de droga ante la cercana celebración de la Exposición Internacional. El análisis de ambas obras evidencia un fructífero diálogo entre disciplinas que incentiva la reflexión alrededor de diferentes modelos nacionales-transnacionales del género negro en España.