Abstract
Las fracturas de la tuberosidad tibial anterior en la infancia son una patología poco frecuente (alrededor del 3% de todas las fracturas de tibia proximal), pero la incidencia de esta lesión ha aumentado en los últimos años, probablemente debido a la mayor implicación de este grupo de edad en actividades deportivas. Esta fractura se observa con mayor frecuencia en niños de 12 a 16 años. Es de vital importancia identificar las estructuras anatómicas asociadas a este tipo de fracturas, así como los mecanismos fisiopatológicos implicados. El tratamiento incluye opciones quirúrgicas y no quirúrgicas, con el objetivo de lograr la congruencia articular, restaurar la función del mecanismo extensor y evitar daños en la fisis tibial proximal. Comprender el manejo de esta fractura y las complicaciones que pueden surgir es fundamental. La provisión de un plan de manejo clínico adecuado y la prevención de complicaciones son vitales en la precaución de la discapacidad.
Publisher
Sistema de Estudios de Postgrado de la Universidad de San Carlos de Guatemala