Abstract
La complejidad estructural de las sociedades contemporáneas ha devenido en formas y mecanismos de control cada vez más sofisticados, pero que mantienen su esencia discriminatoria, estigmatizante y selectiva. De esta forma se contraponen dos concepciones del control que se debaten entre el modelo reformista-opresor y el emancipador-transformador. En el caso de este último encuentra en la concepción de lo comunitario el referente para su praxis, desde criterios que privilegian el análisis crítico y ponen al sujeto en el centro del proceso en su condición emancipadora a partir de los elementos que aporta la experiencia cubana en sus límites y potencialidades para refundar una práctica social dignificadora.
Publisher
Universidad del Atlántico