Abstract
Históricamente la desigualdad de género se ha manifestado de diferentes formas en diferentes regiones del mundo, y esta discrepancia ha suscitado una serie de apreciaciones respecto del crecimiento económico, y su relación con la rentabilidad de la inversión en capital humano, ya que tradicionalmente el nivel educativo de una persona incrementa su capacidad productiva y por ende su remuneración; es por esto que el nivel educativo y cultural que tenga la población de un país es uno de los determinantes principales de su desarrollo social y económico. Sin embargo, es importante resaltar que resultados de investigaciones sobre este tema, muestran como la desigualdad educativa puede afectar el crecimiento, pero no indican que el hecho de que las mujeres inviertan en educación, les garantice mejores ingresos u oportunidades laborales. Por esto, la finalidad del presente análisis del retorno de la inversión en educación se abordó desde una perspectiva de la competitividad, teniendo en cuenta que los avances en formación y en experiencia representan una significativa incidencia sobre los resultados productivos del factor trabajo, así como las discrepancias salariales por género.
Para tal fin se desarrolló un modelo econométrico de tipo Minceriano estimado a través del método de Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO); que mediante un análisis de corte transversal permitió cuantificar la TIR de la educación y la incidencia que tiene la acumulación de capital humano a través del incremento en los niveles educativos, sobre las mejoras salariales de los individuos; con el fin de describir el comportamiento de esta variable en Villavicencio y así analizar su tendencia durante los años en estudio y la diferenciación salarial entre si es hombre o mujer