Abstract
La revuelta que inició en la Galia el gobernador de la Lugdunense, Julio Vindex, significó el final de Nerón y el nombramiento de un nuevo emperador, Galba. Era la primera vez que triunfaba una sublevación y que un usurpador, que no pertenecía a la familia imperial, vestía la púrpura. Este artículo analiza cómo la propaganda del nuevo emperador justificó la revuelta y le transformó en un emperador legítimo.
Publisher
Faculty of Geography and History, University of Las Palmas de Gran Canaria