Abstract
El primer asentamiento permanente de la isla Santa Cruz en el Archipiélago de Galápagos –a unos mil kilómetros del Ecuador continental– desembarcó a principios del siglo XX. La colonia noruega Sociedad Anónima Santa Cruz construyó su habitar, anclando las prácticas cotidianas materiales e inmateriales a la isla para sostener los vínculos territoriales con sus lugares de origen. Una década después de este primer desembarco, la familia Kastdalen navegó con su casa a cuestas para expandir su domesticidad a lo largo del territorio insular. Su casa, que mira al mar, es un espacio arquitectónico que posibilita la construcción de narrativas espaciales que articulan el habitar noruego en el archipiélago desde las historias de vida, las ideas, los objetos y las prácticas cotidianas de sus habitantes. Esta narrativa ampliada, escrita desde la experiencia de género, restituye la memoria de las mujeres pioneras, resignificando el legado material e inmaterial de las familias noruegas. Estos relatos se desplazan por distintas escalas y capas territoriales interrelacionando el espacio temporal con los sujetos que lo construyen. Evidenciando que los procesos de construcción del hábitat posibilitan re-localizar y reterritorializar las significaciones y las prácticas cotidianas que han sido trastocadas por la migración.
Publisher
Editorial Universidad de Sevilla