Abstract
Introducción: típicamente, cuando se menciona la perforación esofágica secundaria a barotrauma como el mecanismo fisiopatológico causal de la perforación, la literatura se refiere a la perforación esofágica espontánea o síndrome de Boerhaave como entidad, la cual hace referencia a la ruptura longitudinal y transmural del esófago (previamente sano) secundaria a un aumento abrupto de la presión intraluminal esofágica, que se desencadena frecuentemente durante el vómito. Sin embargo, en la literatura médica existen algunos reportes que mencionan otros mecanismos de barotrauma diferentes a esta entidad.
Reporte de caso: se presenta el caso de una paciente de 64 años con antecedente de adenocarcinoma gástrico manejado quirúrgicamente (gastrectomía total y anastomosis esofagoenteral), quien presentaba estenosis de anastomosis esofagoyeyunal, que requirió un protocolo de dilatación endoscópica con balón CRETM. Se llevó a una tercera sesión de dilatación endoscópica, en la que durante la extracción del endoscopio se identificó una laceración esofágica profunda con perforación de 4 cm de longitud a nivel del esófago medio (8 cm proximal a anastomosis dilatada), y se sospechó del mecanismo de barotrauma como agente causal. Requirió traslado urgente a sala de cirugía, en la que se realizó esofagorrafia por toracoscopia, cubrimiento antimicrobiano empírico de amplio espectro y nutrición enteral por sonda avanzada durante la vigilancia intrahospitalaria. El esofagograma de control a los 7 días mostró una pequeña fuga sobre el área anastomótica, la cual se manejó de manera conservadora. El control imagenológico a los 14 días evidenció una disminución del tamaño de la fuga, con una evolución satisfactoria y tolerancia a la vía oral, y posteriormente se dio el egreso.
Publisher
Asociacion Colombiana de Gastroenterologia