Abstract
Desde que en la década de los años noventa del pasado siglo se creara el neologismo de «turismo oscuro» a la práctica de los turistas por visitar espacios patrimoniales relacionados con el dolor, la pena, la muerte o el trauma, este no ha dejado de crecer. La oferta y la demanda aumentan cada año en este subsector; lo que ha multiplicado las investigaciones de los especialistas, así como los debates sobre las fronteras éticas de su práctica. La realidad, es que algunos de los destinos no corresponden con únicamente con hechos de nuestro pasado lejano y/o reciente, sino con conflictos bélicos actuales, donde la tragedia y el trauma son parte de la vida diaria de los habitantes de un territorio. En este artículo se presenta el estado del sector turístico que denominamos de memoria traumática; sus impactos sociales, culturales y económicos; las carencias de las narrativas en su puesta en valor que están llevando en algunos casos a generar una oferta distópica; y nuestra aportación como posible solución desde el trabajo de la empatía histórica.
Publisher
Universidad de Alicante Servicio de Publicaciones