Abstract
Durante el siglo XVII más de la mitad de los municipios valencianos de realengo −al menos una treintena− llegaron a recabar la intervención de la Corona para que esta facilitara por la vía de gracia su rescate financiero, ante la situación de bancarrota a que se vieron abocados. Solicitaban, además del cese inmediato de las ejecuciones judiciales, la concesión de una demora para las liquidaciones, una rebaja temporal de los intereses corridos y corrientes, el secuestro de las rentas en manos de un gestor o −lo más frecuente− la aprobación de una concordia previamente pactada con los acreedores, que solía contener elementos de las otras modalidades mencionadas y, a menudo, incluía también planes de amortización de capitales. En sus peticiones al monarca los municipios acostumbraban hacer referencias explícitas a una amplia gama de circunstancias adversas que habían precipitado su estado de insolvencia. A partir de este tipo de informaciones, es objeto del presente trabajo analizar los elementos discursivos contenidos en las retóricas justificadoras de la deplorable situación financiera en que se encontraban las arcas locales; lo que permite distinguir dos niveles distintos pero complementarios. Por un lado, el que se nutría de todo tipo de calamidades de origen climático y natural; por otro el que remitía a las consecuencias, directas o indirectas, de la política de la monarquía. Entre las primeras, se destacaban los efectos catastróficos de las sequías, inundaciones y granizadas, así como de las epidemias de peste de 1648 y 1677. Entre las segundas, se referían los alojamientos de tropas y las secuelas de la guerra de Cataluña en los municipios más próximos a la frontera, además de los cuantiosos servicios a la Corona.
Publisher
Universidad de Alicante Servicio de Publicaciones