Abstract
El presente trabajo expone un caso de estudio que utiliza al paisaje sonoro como guía interpretativa y analítica del espacio en el contexto de la composición y la improvisación musical. El artículo explora una metodología que permite estructurar e integrar el espacio como elemento compositivo. Diferentes músicos participaron en la tarea de elaborar un análisis intuitivo enfocado en la percepción del espacio o en los eventos sonoros con trayectorias espaciales. Esto fue posible con la utilización de la tecnología ambisonics, la cual permite apreciar con mayor fidelidad las características acústicas del espacio, así como diferentes eventos acústicos en movimiento que ocurren en el momento de la grabación. Se toma como referencia a los artistas Barry Truax (Canadá, 1947) y David Dunn (Estados Unidos, 1953), quienes han incluido el espacio en sus obras como elemento a interactuar por medio del sonido. Ambos artistas sirvieron como referente en las distintas estrategias que se pueden elaborar para interactuar con el espacio al emplear diferentes sonidos proyectados en el espacio. Se introduce la metodología que permitió acercarse al estudio del paisaje sonoro, así como los resultados obtenidos por los distintos integrantes del estudio. Todo esto con la finalidad de incorporar el espacio acústico como elemento musical a estudiar.
Publisher
Universidad Antonio Narino