Abstract
La complejidad de las tareas de dirección escolar exige una formación específica. Los estudios sobre liderazgo coinciden en que esta formación tenga como base la reflexión sobre la práctica favorecida por el coaching. Este artículo presenta el análisis de los comportamientos y de las estrategias de intervención de los coaches y su relación con los procesos de reflexión-aprendizaje desarrollados en los grupos de discusión para la formación de directores en el marco de un programa específico. Los resultados señalan que el ejercicio del papel de coach necesita una rigurosa formación, tanto en relación con el ejercicio del liderazgo como también en competencias y habilidades sociales mediante las cuales construir una relación de confianza. Un funcionamiento grupal que favorezca la reflexión sobre el propio liderazgo requiere ofrecer síntesis y ampliaciones que ayuden a establecer relaciones entre los hechos, evitar valoraciones, consejos y, en cambio, asumir una escucha activa, la capacidad para gestionar el tiempo y la de formular preguntas y comentarios desafiantes, pero no descalificadores, que resulten claves para la mejora y la calidad del proceso formativo. Dadas las múltiples exigencias para que la labor del coach sea efectiva, se observa la necesidad de que se realice una apropiada y rigurosa formación en conocimiento experto a través de competencias y habilidades sociales que favorezca una relación de confianza con los participantes.
Publisher
Universitat Autonoma de Barcelona
Subject
Human-Computer Interaction,Communication,Education