Abstract
Los anticuerpos inmunomoduladores (Aim) tienen la capacidad de modificar el funcionamiento del sistema inmune. Sus efectos sobre los receptores CTLA-4 y PD-1 producen disminución de la activación celular, afectando las acciones de los linfocitos T. La función de ambos receptores es cesar las funciones de las células inmunes autorreactivas que no son destruidas en las estructuras inmunes correspondientes y proteger los tejidos inflamados. Los tumores que expresan estos receptores evitan el reconocimiento por parte de las células inmunes. Los Aim bloquean los receptores y permiten a los linfocitos reconocer y responder ante antígenos neoplásicos. Las investigaciones sobre los fármacos con Aim muestran eficacia moderada en el tratamiento de algunos casos de cáncer en estadios avanzados. El uso combinado de fármacos tiene potenciales efectos sinérgicos con resultados positivos. Aún deben establecerse los posibles indicadores de éxito terapéutico y la posibilidad de reducir los efectos adversos en el uso clínico. El objetivo de esta revisión fue analizar las funciones y utilidad terapéutica de los anticuerpos inmunomoduladores en el tratamiento del cáncer.
Publisher
Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud