Abstract
La pandemia del COVID-19 ocasionó el cierre total del Ecuador en marzo del 2020. Dicho cierre involucró la reducción del flujo productivo y comercial de la agricultura. Este estudio se enfoca en el análisis reflexivo de la influencia de las políticas públicas sobre el sector agrícola y cómo una situación socioeconómica crítica como la generada por la pandemia puede evidenciar y agudizar inobservancias del Estado sobre la soberanía alimentaria. El estudio realizó una revisión de las políticas implementadas para lidiar con el COVID-19 en Ecuador y su impacto en la producción campesina. Los resultados muestran que el productor se vio imposibilitado de comerciar sus productos y el consumidor de adquirirlos. Se concluye que hoy, más que nunca, sobresale ante el Estado la importancia del productor campesino, quien fue el más afectado con las restricciones de movilización a nivel nacional durante el estado de emergencia. Estas condiciones denotan políticas estatales parcializadas al beneficio del agroexportador y la industria alimenticia empresarial, poniendo en una frágil situación a la agricultura campesina en situaciones de emergencia sanitaria cuando la prioridad es alimentar a la población nacional y fortalecer el sector rural que la suple.
Publisher
Universidad de Valladolid