Abstract
La formalizacio?n del razonamiento juri?dico y, especi?ficamente, de la interpretacio?n es un viejo suen?o de nuestra cultura. Hoy, la Inteligencia Artificial parece lista para cumplir esa tarea. Teo?ricos computacionales y lo?gicos esta?n desarrollando herramientas te?cnicas para estructurar modelos formales de interpretacio?n juri?dica u?tiles para la Inteligencia Artificial. Sin embargo, estos esfuerzos han conseguido so?lo formalizaciones abstractas, que no son capaces de resolver cuestiones materiales sobre la respuesta correcta ante un caso nuevo. Los algoritmos no pueden descubrir, ni evaluar, problemas humanos sin la ayuda de programadores; no pueden decidir entre hipo?tesis interpretativas alternativas; en fin, la Inteligencia Artificial no puede cumplir con las exigencias de la razo?n pra?ctica en el derecho.