Abstract
El avance tecnológico está cambiando la educación. Ahora, es más importante el proceso de aprendizaje y las competencias desarrolladas. Procesos que, en el caso concreto de las ciencias sociales se centran no solo en memorizar contenidos teóricos esenciales, sino en que a su vez se fomenten habilidades como el pensamiento histórico en estrecha relación con competencias necesarias del siglo XXI como el pensamiento crítico o reflexivo. Las tecnologías emergentes permiten nuevas metodologías activas, donde el estudiantado es protagonista de su aprendizaje. Este artículo explora, a partir de lo ya descrito en la literatura y las evidencias encontradas en otras áreas del conocimiento, cómo aplicar metodologías activas y renovar los procesos de evaluación gracias a técnicas como el learning analytics y los sistemas de respuesta del estudiantado para mejorar del logro y la motivación de los estudiantes, al tiempo que permite un cambio de paradigma en los procesos de evaluación.