Abstract
This article justifies the utilization and analysis of Traditional Sports Games (TSG) as an inclusive tool for gender, aiming to unveil the strategic procedures employed by students in the development of their strategic plans, as well as to enhance interpersonal coexistence through the practice of the game 'El Marro'. A 360-degree multidimensional approach, grounded in natural settings, is adopted to investigate two 'El Marro' game sessions featuring asymmetrical participation of players (24 participants; M = 19.4; SD = 1.3). Once reliable data quality indicators were achieved, descriptive, predictive (Chaid Model), and T-Patterns analyses were conducted. The findings revealed that men exhibited higher speed than women (p < .001). Furthermore, the role played by participants emerged as the primary explanatory variable in the Chaid model (p < .001). Through T-Patterns analysis, different levels of complexity in game interpretation were identified among the players. Specifically, out of the 12 players analyzed, 8 players (2 girls and 6 boys) demonstrated a complexity level of 3, while 4 boys surpassed these complexity levels. These findings suggest that the played role can serve as a tool to modulate organic variables that characterize differences between women and men. The results indicate that the roles assumed in the game 'El Marro' can be employed by educators as allies to promote the development of interpersonal relationships and foster the creation of a shared ludic micro-society between women and men.
Este artículo justifica el empleo y análisis de los Juegos Deportivos Tradicionales (JDT) como una herramienta inclusiva de género con el objetivo de desvelar los procedimientos estratégicos utilizados por el alumnado en la construcción de sus planes estratégicos, así como mejorar la convivencia interpersonal a través de la práctica del juego 'El Marro'. Se adopta un enfoque multidimensional de 360º, basado en situaciones naturales, para estudiar dos partidas del juego 'El Marro', con una participación asimétrica de las/los jugadoras/es (24 participantes; M = 19.4; SD = 1.3). Una vez obtenidos indicadores fiables de calidad de los datos, se realizaron análisis descriptivos, predictivos (Modelo Chaid) y análisis de patrones temporales (T-Patterns). Los resultados mostraron que los hombres emplearon una velocidad superior a la de las mujeres (p < .001). Además, el rol jugado por los participantes se reveló como la variable explicativa principal en el modelo Chaid (p < .001). Mediante el análisis de T-Patterns, se identificaron diferentes niveles de complejidad en la interpretación del juego por parte de las/los jugadoras/es. Específicamente, de los 12 jugadores/as analizados, 8 (2 chicas y 6 chicos) revelaron un nivel de complejidad 3, mientras que 4 chicos superaron estos niveles de complejidad. Estos hallazgos sugieren que el rol jugado puede ser una herramienta para modular variables orgánicas que caracterizan las diferencias entre mujeres y hombres. Los resultados indican que los roles desempeñados en el juego 'El Marro' pueden ser utilizados por los docentes como aliados para fomentar la educación de las relaciones interpersonales y construir una microsociedad lúdica compartida entre mujeres y hombres.
Publisher
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia