Abstract
El papel que desempeñó la industria española en los mercados internacionales durante la primera globalización ha generado un intenso debate en la literatura. Parte de ella considera que, a pesar de una débil demanda nacional, la industria optó por reservarse el mercado interior en lugar de competir en el exterior. En este trabajo nos cuestionamos esta hipótesis a partir de un análisis desagregado y en los márgenes de las exportaciones españolas en 1890 y 1913. Se pone de manifiesto que las empresas manufactureras fueron muy dinámicas encontrando nuevos destinos donde exportar nuevos productos. No obstante, estos nuevos destinos tenían una demanda potencial demasiado baja como para fomentar el desarrollo industrial. Por tanto, una parte del atraso económico español está relacionado con la falta de demanda exterior.
Publisher
Edicions de la Universitat de Barcelona