Abstract
A mediados del siglo xix, decenas de millones de personas murieron en China a consecuencia de la devastadora guerra civil Taiping (1850-1864). Tanto coetánea como posteriormente, la guerra fue definida en términos morales absolutos: como un conflicto entre los honrados defensores del régimen dominante y el populacho rebelde, como un movimiento revolucionario para deponer justamente a una dinastía extranjera o como un incipiente movimiento protestante. No obstante, las dinámicas sobre el terreno fueron mucho más complejas. Este artículo abordará la guerra civil Taiping a partir de fuentes primarias que permitan entenderla a ras de suelo y más allá de sus marcos nacionales, es decir, como un conjunto impredecible y destructivo de eventos locales y globales vinculado a otras guerras del periodo.