Abstract
Como consecuencia de las transformaciones iniciadas en los últimos años, y que se han acelerado en el contexto de la pandemia del COVID-19, se ha intensificado la penetración de nuevas infraestructuras, plataformas digitales y herramientas de uso intensivo de datos en los sistemas educativos nacionales (Suárez et al., 2023; Williamson & Hogan, 2020; Pangrazio et al. 2022). Este fenómeno está transformando rápidamente los procesos de enseñanza-aprendizaje y afectando a dimensiones como la justicia escolar, la privacidad y el derecho a la educación.
En parte, esto se debe a la creciente importancia de las corporaciones BigTech, que tienen una influencia cada vez mayor en el diseño de la política educativa y en la creación de nuevos mercados educativos a través de la venta y distribución de dispositivos y plataformas digitales comerciales a los gobiernos y sus sistemas educativos (Sancho et al., 2020; Saura et al., 2022; Parcerisa et al., 2022).