Abstract
Este artículo explora el nuevo significado que adquiere el sufrimiento a partir de la doctrina cosmológica y ética del eterno retorno en la filosofía de Nietzsche. El papel del sufrimiento nos permite comprender por qué Nietzsche consideraba el eterno retorno «el gran pensamiento criador». El eterno retorno opera una transformación de la afectividad y selecciona nuevos valores y modos de experimentar el sufrimiento, aprobando la «disciplina del sufrimiento» y condenando la culpa, el castigo y el resentimiento. El sentido cultivador del eterno retorno reconcilia fuerzas y emociones opuestas, como la alegría y el sufrimiento, y sacaa la luz la visión trágica de la existencia.