Abstract
En lo que va de década, el mundo está asistiendo a una sucesión vertiginosa de amenazas a la seguridad: desde la agresión de Rusia a Ucrania, que ha reavivado tensiones militares entre potencias que parecen evocar la Guerra Fría –con amenaza nuclear incluida–, hasta la pandemia de la COVID-19, la carestía de alimentos, la escasez de energía, o los efectos de la aceleración del cambio climático y la degradación medioambiental. Calificar este último bloque de “nuevas amenazas” sería despreciar la realidad de buena parte de la población mundial, que lleva décadas experimentándolas, y que ya fueron señaladas como amenazas a la paz y la seguridad por Kofi Annan en su informe Un concepto más amplio de la libertad (SGNU, 2005: párr. 78).
Publisher
Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI)