Abstract
Según John Searle, las posiciones por defecto, i. e., las condiciones de inteligibilidad del pensamiento y la acción son algunos puntos de partida que se presuponen de manera pre-reflexiva y pragmática. Su postulación es, además, una novel manera de tratar con algunos problemas perennes de la filosofía, dejándolos entre paréntesis. Dichos problemas son la existencia del mundo externo, la verdad y como esta tiene que ver con hechos, la percepción directa, los significados de las palabras y, finalmente, la causalidad. En este artículo analizamos cómo las mencionadas posiciones conforman una humanidad por defecto, y cómo su ausencia, deshumanizaría. Esto es relevante en el caso de la cooperación, una posición por defecto básica para la intencionalidad colectiva, y piedra angular de la civilización humana.