Abstract
Dada la relevancia filosófica y la existencia de acaloradas discusiones sobre falacia naturalista, es obligado para cualquier sistema de ética naturalista dar alguna respuesta sobre el modo en que supera las potenciales imputaciones de falacia naturalista. En este punto se pueden usar dos estrategias para defenderse del cargo de falacia: una es argumentar contra la pertinencia de la acusación en general, mostrando que la descripción de la falacia falla al señalar algo problemático en los argumentos naturalistas en general y otra que consiste en mostrar que la propuesta de naturalismo a favor de la que se argumenta no se ve afectada por las acusaciones de falacia. En este artículo se ofrecerá un análisis de las distintas concepciones de falacias naturalistas que se han descrito y se adoptarán ambas vías para defender la propuesta propia de cada tipo de falacia naturalista reconocida.