Abstract
La biología de sistemas y la biología sintética pueden ser consideradas como ejemplos de tecnociencias emergentes. Están esencialmente marcadas por promesas de futuro y por visiones, por una cierta lógica y uso de términos, por determinadas formas de organización social, por la integración en un régimen específico de fomento e innovación, así como por una matriz característica de orientaciones para la praxis de investigación. Esta constitución específica de la biología de sistemas y de la biología sintética tiene, por su parte, consecuencias fundamentales para la práctica científica, su análisis y su gobierno.