Abstract
La biología sintética mantiene una relación muy singular con la teoría evolutiva: por un lado, parte de una interpretación ingenieril de la evolución para fundar su aproximación al diseño de bioartefactos; por otro, la biología sintética aspira, en última instancia, a deshacerse de la evolución creando organismos de novo que se comporten de un modo predecible. Tras examinar las tres grandes propiedades que aparecen recurrentemente en la descripción sintética de los nuevos artefactos orgánicos (su caracterización como sistemas modulares, computables y producto del diseño), argumentaré que la biología sintética se erige sobre una concepción de los organismos y en particular de la relación de estos con su legado histórico que ha sido profundamente cuestionada por la biología evolucionista contemporánea.