Abstract
Objetivo/contexto: Las primeras cuatro décadas tras la fundación española de Quito fueron claves para la producción del espacio “periurbano”. En efecto, entre 1534 y 1575, tuvieron un peso gravitante tres estrategias coloniales de control para la formulación del espacio de transición entre la ciudad y el campo: la gobernanza municipal hispana, las alianzas asimétricas con las autoridades indígenas y la evangelización. Este artículo se ocupa de la intervención en el paisaje de Añaquito, a las afueras de la villa de Quito. Allí se demarcaron zonas agrícolas diferenciadas, se colocaron hitos (estacas de madera) y se demarcaron circunscripciones ligadas a la cristianización, además de reconocerse lugares de la memoria asociados a jurisdicciones indígenas. Metodología: Desde una perspectiva espacial, se analizan actas del Cabildo y cartas del rey o del Consejo de Indias al Cabildo, así como expedientes del Archivo General de Indias sobre disputas de tierras y jurisdicciones. Originalidad: Aunque la traza urbana de Quito ha sido ampliamente abordada, no hay estudios que resalten la producción del espacio “periurbano”. La relevancia de este trabajo reside no solo en identificar lo “periurbano” como significativo, sino también en mostrar cómo se desplegó física e ideológicamente la colonización española en sus inicios sobre el paisaje aledaño a la ciudad. La colonización multidimensional del paisaje de Añaquito no solo lo moldeó físicamente, sino que también lo resignificó. Estos aportes ofrecen pistas para la investigación de la formación del espacio “periurbano” en otras urbes coloniales. Conclusiones: El paisaje producido en la planicie aledaña a la ciudad de Quito, el espacio periurbano, se demarca y dota de significados como resultado de estrategias de dominación colonial.