Abstract
El dióxido de cloro es una sustancia que se ha usado como desinfectante para tratar el agua de consumo humano. A las dosis usadas en este escenario no se han asociado compromisos toxicológicos para el ser humano.
Químicamente, el dióxido de cloro se caracteriza por reaccionar con diversas moléculas y generar estrés oxidativo en los microorganismos y en las células. A pesar de no ser un medicamento ni estar aprobado por las agencias reguladoras, se ha promovido su uso como una solución milagrosa; sin embargo, no hay ninguna evidencia científica que lo respalde. De otro lado, sí hay evidencia de que puede generar toxicidad aguda, y posiblemente crónica, para el ser humano.