Resumen
La fístulas enterocutáneas, y más aún, la temida fístula enteroatmosférica, son patologías que presentan una enorme complejidad y que requieren de un tratamiento individualizado y multidisciplinar. Su tratamiento integral debe tener en cuenta el balance hidroelectrolítico del paciente, su balance nutricional, el tratamiento de infecciones asociadas, así como el control local del vertido intestinal. En el caso de la fístula enteroatmosférica, el control local de la herida es un reto para el cirujano y requiere del conocimiento de varios dispositivos para aplicar en cada paciente en función de sus necesidades. Cuando el tratamiento conservador no resuelve la fístula, tendremos que optar por un tratamiento quirúrgico que debe realizarse en el momento en el que el enfermo presente las condiciones idóneas para el mismo.