Abstract
En este artículo demostramos que el reparto del botín de guerra en el reino visigodo de Toledo fue una práctica social que sustentaba al poder regio. Los reyes, como líderes guerreros, controlaban la distribución de los bienes capturados en las batallas, y a partir de ese reparto fortalecieron sus relaciones sociales o construyeron unas nuevas con la aristocracia laica y eclesiástica, los guerreros y los habitantes de las ciudades. También argumentamos que el reparto del botín fue parte del arco narrativo del triunfo bélico.
Publisher
UNED - Universidad Nacional de Educacion a Distancia