Abstract
El artículo analiza el específico programa de traducción conducido por la familia Abreu en la temprana Ilustración hispana. Ese programa puede parecer un elemento insignificante ante la inundación de traducciones a la que entonces se asiste en aquel contexto. Pero lo que aquí se plantea es que, por el contrario, el mismo era muy novedoso en el plano de los lenguajes políticos y no menos indicativo de la pervivencia en la cultura hispana, pese a esa inundación, de unas capacidades selectivas en la práctica de la traducción. Novedoso, porque constituía la tentativa más ambiciosa hasta entonces ensayada para explorar la posibilidad de recepción del discurso que desde mediados del siglo anterior venía figurando al interés de los estados como el soberano efectivo del orden internacional. E indicativo de la vigencia de unas facultades selectivas en el despliegue de la traducción porque la raíz que infundía el programa era justamente la detección de una variante de esa retórica política que, al tiempo de capacitar a la monarquía para intentar revertir su posición subsidiaria en el orden de Utrecht, resultaba compatible con su tradición moral católica
Publisher
Ediciones Universidad de Salamanca