Abstract
Recientemente, Nicaragua ha sido noticia por las protestas contra Daniel Ortega. Elegido legítimamente en 2006, su presidencia se ha encaminado hacia una dictadura. Inicialmente los ciudadanos consintieron, disfrutando de sus programas sociales. Cuando estos programas terminaron, también lo hizo la aquiescencia. El caso de Nicaragua muestra cómo un presidente electo puede convertirse en un dictador. También muestra los límites tanto del autoritarismo como de la aquiescencia. Es posible que los ciudadanos, silenciosos, solo hayan llegado a un trato desesperado, que terminará cuando terminen los programas sociales.
Publisher
Ediciones Universidad de Salamanca
Subject
Sociology and Political Science,History