Abstract
Con una definición de desinformación como cualquier forma de información falsa, inexacta o engañosa, diseñada, presentada y promovida para causar daño público intencionadamente o con fines de lucro, este estudio se acerca a la compleja relación que periodistas y partidos establecen sobre los hechos políticos, especialmente en período electoral, cuando los informadores siguen rutinas profesionales similares y ponen el foco sobre las mismas fuentes, con ángulos de cobertura similares. En este contexto, las entidades de verificación de los hechos tratan de combatir los desórdenes informativos y reducen para los votantes el nivel de engaño y confusión, lo que las convierte en un objeto de estudio clave, por lo que se han realizado entrevistas en profundidad a las dos organizaciones de verificación de hechos más importantes de España, Maldita y Newtral, con un triple objetivo: conocer las rutinas de trabajo de las entidades de verificación, arrojar luz sobre el uso de bots o inteligencia artificial tanto por parte de los fact-checkers como de los partidos políticos, y determinar la estrategia de la gestión de la desinformación por parte de los partidos.En lo que a rutinas se refiere, los resultados reflejan que los partidos envían sus hojas de ruta en campaña a los verificadores, al igual que al resto de los medios, y a partir de estos documentos los fact-checkers comienzan a monitorizar los mensajes de los candidatos. Además de analizar las declaraciones de los candidatos durante los quince días de duración de las campañas electorales, ambas organizaciones crean sus propios productos informativos antes de que comiencen. En cuanto al uso de bots por los verificadores para elaborar o difundir la información durante el proceso de verificación, una de las organizaciones declara abiertamente el uso de estas herramientas para responder con mayor eficacia a la audiencia a través de Twitter y de Telegram y la la otra niega utilizarlas, aunque señala recurrir a la IA para buscar y desmentir bulos. Tanto a Newtral como a Maldita les ha pasado inadvertido el uso de bots por parte de los partidos políticos, aunque afirman que estos utilizan herramientas computacionales para segmentar perfiles de usuarios. En relación con la desinformación, ambas organizaciones indican que los partidos tradicionales son menos propensos a propagar bulos, aunque sí detectan mensajes engañosos o manipulados: los partidos han comprendido que los mensajes manipulados destinados a provocar emoción en los usuarios se comparten en redes sociales más que los mensajes falsos en su totalidad, por lo que siguen la estrategia de publicar mensajes engañosos antes que bulos.Como conclusión, puede decirse que tanto los medios como las organizaciones de verificación se mueven en ese espacio de la esfera pública digital en la que se han roto los consensos comunicativos y el espacio de intermediación periodística: los partidos han visto que ya no dependen exclusivamente de los medios de comunicación, y los medios deberán aprender cómo organizan la comunicación los equipos de campaña de los partidos habida cuenta la dificultad de detectar y gestionar la comunicación computacional de las organizaciones partidarias.
Publisher
Comunicacion Social Ediciones y Publicaciones