Abstract
Múltiples avances en salud poblacional se han conseguido gracias a la formulación e implementación de políticas públicas. Ejemplos exitosos son la reducción de la mortalidad materna e infantil, el incremento de la supervivencia de pacientes con cáncer y la estabilización y reducción (en algunos casos) de la epidemia de VIH/SIDA. No obstante, estos cambios no han sido homogéneos a nivel global, persistiendo enormes desigualdades en estos y otros indicadores a costa de las poblaciones más pobres y vulnerables. Los avances en el entendimiento del papel de las políticas públicas evidencian algunos aspectos que pueden contribuir de manera efectiva a lograr una mejor situación de salud en las poblaciones.