Abstract
A finales del siglo XIX y en las primeras décadas de la centuria siguiente, los sectores anticlericales en España desplegaron un doble discurso sobre los hombres católicos, en especial los eclesiásticos. Les presentaron como personas afeminadas, mansas, cobardes y sumisas y, a la vez, como peligrosas sexualmente (solo en el caso de los eclesiásticos), irracionales y agresivas. A pesar de la apariencia, ambas caracterizaciones no solo no eran contradictorias, sino que eran complementarias. Respondían al objetivo de desvalorizar la figura del hombre católico y de la masculinidad católica y, a la vez, de alertar de sus peligros. La principal preocupación que tenían los sectores anticlericales era que los curas controlasen la voluntad de las mujeres de su familia, pues entendían que, si eso ocurría, lo que estaban haciendo en realidad era poner coto a su autoridad como cabezas de familia.
Funder
Agencia Estatal de Investigación
Publisher
Universidad Carlos III de Madrid