Abstract
Que gran compromiso es hablar de la buena muerte. Desde el ejercicio clínico es posible tener una mirada distante muy enfocada en los dominios biológicos del proceso, pero indiscutiblemente la visión más acertada y completa es unir el componente biológico con el componente humano, es decir como parte de un proceso que será también parte de mi propia existencia.
Siempre que nos enfrentamos de manera reflexiva al tema de la muerte propia o de un ser amado, aflora nuestro deseo innato que este momento este libre de sufrimiento innecesario, reconociendo esto como un derecho básico para cualquier ser humano. Y este derecho siempre estará regido por la dignidad del ser humano, la dignidad es el marco básico que ampara este deseo.