Abstract
El artículo plantea la problemática en la toma de decisiones terapéuticas frente al niño prematuro extremo, en particular, aquel de menos de 25 semanas de gestación, sometido a tecnología de soporte vital avanzado. Para ello, se tuvieron en cuenta tanto su pronóstico como las posibles secuelas. Expone la forma en que las decisiones pueden ser tomadas y la manera en que los actores se pueden involucrar. La perspectiva ética de los actos terapéuticos analiza los argumentos de calidad de vida y mejores intereses para el paciente. Adicionalmente, intenta analizar las repercusiones para la salud pública, centrándose particularmente en la asignación y distribución de recursos. Se concluye que la toma de decisiones no puede ser realizada aisladamente por el equipo de salud, sino que requiere de la participación de los padres. El uso desproporcionado de tecnología diagnóstica y terapéutica conllevaría para las niñas, niños y sus padres importantes cargas de sufrimiento y gastos tanto individuales como para el Estado. La calidad de vida debe ser ponderada y adoptada como criterio analizando el mejor interés para el niño, sus padres y la sociedad, en defensa del bien común y equidad.
Publisher
Universidad Nacional de Colombia
Subject
Public Health, Environmental and Occupational Health