Abstract
En la segunda mitad del s. XX surgen dos ideologías, con un origen distinto, pero que comparten algunos elementos comunes: la ideología de género y el transhumanismo. Las dos buscan la plenitud del género humano y se proponen como verdaderos humanismos. La primera luchando por la abolición del sexo en función del género. La segunda buscando la superación de todos los límites humanos y de las características no deseadas como sufrimiento, enfermedad, envejecimiento e incluso la muerte. Ambas comparten varias características comunes, pero quizás la más llamativa antropológicamente sea la consideración del cuerpo como un problema a resolver. Este artículo pretende analizar la realidad del cuerpo que se presenta en estas dos ideologías como algo de lo que hay que emanciparse para conseguir la plenitud. Mostraremos las incongruencias antropológicas de estas ideologías y propondremos una respuesta desde una antropología adecuada.