Author:
Rodríguez Fernández Guzmán
Abstract
La experiencia onírica de Clitemnestra cobra una notable relevancia en las versiones trágicas del mito como elemento que propicia las libaciones ante la tumba de Agamenón, marco en el que se desarrolla el reconocimiento de sus descendientes antes de la venganza de Orestes. Sin embargo, Esquilo y Sófocles nos presentan un contenido onírico radicalmente distinto para plasmar la congoja de la soñadora asesina de su marido y anunciar la vuelta de su hijo vengador. A pesar de las diferencias entre las imágenes oníricas de Coéforas y de Electra, en ambos casos se aprecia una funcionalidad similar del elemento onírico dentro del argumento de las obras. La imbricación del sueño en el mito es patente desde Estesícoro, cuyo texto (fr. 219 PMG) parece haber condicionado en gran medida la reelaboración del relato mítico por parte de los autores trágicos.