Abstract
La pandemia de la COVID-19 ha traído profundos desafíos sociales, políticos, económicos y ambientales al mundo. El virus puede haber surgido de reservorios de vida silvestre vinculados a la perturbación ambiental, se transmitió a los humanos a través del comercio de vida silvestre y su propagación fue facilitada por la globalización económica. La pandemia llegó en un momento en que los incendios forestales, las altas temperaturas, las inundaciones y las tormentas, amplificaron el sufrimiento humano. Estos desafíos requieren una respuesta poderosa al COVID-19 que aborde el desarrollo social y económico, el cambio climático y la biodiversidad en conjunto, ofreciendo una oportunidad para generar un cambio transformador en la estructura y el funcionamiento de la economía global. Esta biodefensa puede incluir un enfoque de "Una sola salud" en todos los sectores relevantes; un enfoque más ecológico de la agricultura que minimice las emisiones de gases de efecto invernadero y conduzca a dietas más saludables; formas sostenibles de energía; acuerdos ambientales internacionales más efectivos; desarrollo post-COVID que sea equitativo y sostenible; y comercio internacional compatible con la naturaleza. El restaurar y mejorar las áreas protegidas como parte de la dedicación del 50 % de la tierra del planeta a una gestión ambientalmente racional que conserve la biodiversidad también apoyaría la adaptación al cambio climático y limitaría el contacto humano con patógenos zoonóticos. Los vínculos esenciales entre la salud y el bienestar humanos, la biodiversidad y el cambio climático podrían inspirar a una nueva generación de innovadores a brindar soluciones ecológicas que permitan a los humanos vivir en un equilibrio saludable con la naturaleza, lo que conducirá a un futuro resiliente a largo plazo.
Publisher
Unidad Central del Valle del Cauca