Abstract
Este artículo analiza el modo como las diversas corrientes de ética ecológica, o ecoética, han conceptualizado la degradación medioambiental y la pérdida de biodiversidad, afirmando que su expresión más dramática —el ecocidio— es un mal. En diálogo con la ecoética teológica, plantea —frente al peligro del monismo moral que a menudo permea el debate ético de la sostenibilidad— la conveniencia de adoptar una visión pluralista en la que los diversos modos de razonamiento ético confluyan para denunciar el mal del ecocidio.
Publisher
Universidad de Extremadura - Servicio de Publicaciones