Abstract
Habiendo transcurrido más de diez años desde la implantación del Máster en Profesorado de Educación Secundaria en España, esta formación precisa de mejoras para afrontar los retos del siglo XXI. Entre estas, está la necesidad de fomentar una reflexión constante en y sobre la práctica. El objetivo de este artículo es dar a conocer nuestra labor docente y su impacto en el alumnado. El COVID-19 nos ha obligado a repensar las estrategias empleadas. Desde una investigación evaluativa, basada en la reflexión en la acción, analizamos nuestro proyecto formativo para la enseñanza de la Geografía. La investigación se sirve de diversas técnicas e instrumentos como la observación directa, las producciones del alumnado y entrevistas semiestructuradas, que fueron examinadas a partir del análisis del discurso y el análisis de contenido. Los resultados son positivos, pues observamos cómo, desde posturas iniciales marcadas por la formación disciplinar y las reticencias hacia el Máster, los estudiantes han transformado sus concepciones epistemológicas sobre la enseñanza y el aprendizaje de la Geografía en Secundaria, hacia un modelo de docente crítico y transformador. No obstante, existen varios niveles de alcance del plan, por lo que precisa de mejoras que favorezcan aún más el desarrollo de competencias para la enseñanza crítica de esta materia. Concluimos que, a pesar de las resistencias iniciales, de las dudas ocasionadas por la crisis sanitaria y de las limitaciones detectadas, los efectos de formación fueron beneficiosos para fortalecer a un docente novel que ha de enseñar en un mundo complejo e incierto.
Publisher
Editorial de la Universidad de Granada